Una piscina terapéutica, también conocida como piscina de hidroterapia, es un tipo de piscina que utiliza los efectos beneficiosos del agua fría o caliente en el cuerpo, incluida la curación de inflamaciones y el tratamiento de personas con riesgo de infección. El objetivo de estas sesiones en el agua es mejorar la circulación y aumentar el flujo sanguíneo. Las instalaciones de hidroterapia en centros de hidroterapia física, clínicas y hospitales ofrecen tratamiento para personas que no pueden moverse activamente y para zonas de dolor en el cuerpo aprovechando la flotabilidad del agua.
La hidroterapia se utiliza para el tratamiento de dolores musculares y ofrece una amplia gama de funciones, como duchas de cascada y sistemas de masaje en la pared. La hidroterapia facilita un proceso de curación eficaz mediante la aplicación de movimientos de ejercicio adaptados a los pacientes por parte de los terapeutas. En las piscinas frías de tratamiento acuático, los vasos sufren un proceso de contracción y encogimiento. En cambio, las piscinas de hidroterapia calientes tienen el efecto de dilatar y expandir los vasos. La elección entre terapia en agua fría o caliente viene determinada por los ejercicios específicos que requiera el paciente y la progresión de su dolencia. Este enfoque permite centrar el tratamiento en la zona específica del cuerpo que experimenta más molestias.
Las piscinas terapéuticas son un recurso inestimable para las personas con alto riesgo de infección, así como para quienes sufren molestias musculares y articulares. Nuestra gama de piscinas de hidroterapia está pensada tanto para niños como para adultos. Se recomienda utilizar estas instalaciones de rehabilitación acuática sólo con la recomendación directa de un médico.
Las piscinas terapéuticas son una opción de tratamiento habitual tanto para el desarrollo fisiológico como para los dolores provocados por los gases en los bebés. Las sesiones de terapia regulan los sistemas circulatorio y respiratorio y favorecen el desarrollo muscular, lo que permite a los bebés utilizar con facilidad las piscinas de hidroterapia con anillos cervicales.
La terapia acuática también está disponible para animales discapacitados o accidentados. Se ofrece orientación veterinaria para animales aptos para piscinas terapéuticas y que necesiten tratamiento. Al igual que para los humanos, las piscinas de hidroterapia son un tratamiento eficaz para el dolor articular y muscular en animales.
La construcción de instalaciones de hidroterapia sigue un proceso similar al de otras instalaciones acuáticas. Una de las diferencias más significativas entre las piscinas de tratamiento acuático y las demás piscinas son los materiales utilizados en su construcción. Las piscinas terapéuticas están diseñadas para adaptarse a requisitos de temperatura específicos y cuentan con sistemas de tratamiento, sistemas de filtración y disposiciones de aislamiento adaptadas a estas necesidades. Otra diferencia es que los movimientos específicos que se utilizan en el proceso de tratamiento se incorporan al diseño de la piscina.
Una vez establecidas las dimensiones de la zona de la piscina y el número de usuarios, se trazan las ubicaciones de los escalones y las estructuras de las escaleras y se fabrica la piscina de hidroterapia en forma redonda. Las instalaciones tipo spa de forma redonda son la opción preferida para la terapia acuática.
Una vez establecidas las dimensiones de la zona de la piscina y el número de usuarios, se delinean las ubicaciones de las estructuras de peldaños y escaleras, y se construye la piscina de terapia acuática de forma rectangular. En los entornos de fisioterapia y clínicas, las piscinas de terapia rectangulares son la opción preferida.
Es esencial que el hormigón utilizado para la piscina de hidroterapia sea de la máxima calidad, resistente y duradero. Dado que las piscinas terapéuticas no se utilizarán únicamente para nadar, como es el caso de otras piscinas, es importante asegurarse de que están construidas para ser más duraderas y útiles. Para ello, hay que tener en cuenta los tratamientos específicos que requerirán los pacientes, en lugar de centrarse en el aspecto estético.
La finalización y entrega de las piscinas terapéuticas depende de los demás equipos utilizados en la piscina. El plazo de construcción de una instalación de hidroterapia es comparable al de otras piscinas similares. El proceso de construcción de la propia piscina dura aproximadamente entre 10 y 20 días. Esto incluye la instalación de cualquier elemento adicional como escaleras, escalones, ascensores, etc. Se calcula que este periodo finalizará al cabo de un mes, suponiendo que se hayan añadido los equipos necesarios.
Se recomienda equipar las piscinas terapéuticas con baldosas hidrófugas, resistentes a las manchas, resistentes a la temperatura, de alta calidad y antideslizantes. Los azulejos especializados de Serapool facilitan el mantenimiento de unas instalaciones de hidroterapia higiénicas y limpias. Las baldosas de la marca Serapool son más robustas que las baldosas de cerámica y pueden utilizarse en piscinas de tratamiento acuático con una gran variedad de diseños y tamaños. Son muy resistentes y duraderos.
El aspecto más importante de la construcción de una piscina de hidroterapia es determinar la ubicación de los equipos que se utilizarán en la zona de baño durante la fase de planificación. Si las zonas de algunos equipos no se ajustan durante la construcción de la piscina, puede resultar difícil añadirlos en una fase posterior. Por lo tanto, es esencial determinar para qué enfermedades y personas se va a utilizar la piscina terapéutica a la hora de fabricarla.
También es fundamental seleccionar el suelo y los revestimientos adecuados para la piscina en cuestión. Las piscinas terapéuticas suelen utilizarse en interiores. Por este motivo, la instalación no está expuesta a fluctuaciones estacionales de temperatura. Por lo tanto, es esencial que el suelo esté hecho para soportar temperaturas altas o bajas, dado que se utilizarán con fines terapéuticos.