La continuidad estética y la sostenibilidad técnica en los proyectos de piscina no solo dependen de decisiones visuales, sino también del mantenimiento adecuado y la integridad del sistema. La aparición de algas y microorganismos es uno de los principales factores que alteran este equilibrio. En este contenido, encontrará en detalle las causas de la formación de algas, sus efectos sobre el sistema y los métodos profesionales recomendados por Serapool.
Causas Principales de la Formación de Algas en la Piscina
Efectos de las Algas en el Sistema de la Piscina y la Salud
Aunque la presencia de algas no es directamente perjudicial, su crecimiento descontrolado crea un entorno ideal para bacterias. Esto puede provocar irritaciones en la piel, escozor en los ojos y problemas respiratorios. En personas alérgicas, pueden aparecer reacciones cutáneas.
Las superficies cubiertas de algas se vuelven resbaladizas, lo que aumenta significativamente el riesgo de caídas. Además, afectan negativamente la claridad y apariencia del agua, reduciendo la experiencia del usuario.
La formación de algas incrementa el consumo de cloro, lo que altera el equilibrio del sistema. Cuando el cloro combate las algas, su eficacia frente a bacterias disminuye y la calidad del agua se deteriora rápidamente.
Una gran proliferación de algas puede obstruir el sistema de filtración y debilitar la circulación, interrumpiendo todo el ciclo de mantenimiento.
Formas de Prevenir la Formación de Algas y Microorganismos
La forma más efectiva de prevenir la aparición de algas es mantener simultáneamente la limpieza física y el equilibrio químico. Cepillar regularmente las paredes, el fondo y la línea de agua de la piscina elimina las esporas adheridas. Los sistemas de filtrado deben limpiarse periódicamente mediante retrolavado para preservar su eficacia. La falta de limpieza física reduce el efecto del tratamiento químico, por lo que esta etapa es fundamental.
Mantener los valores químicos del agua dentro del rango adecuado es esencial para la continuidad del mantenimiento. Especialmente, mantener el pH entre 7.2 y 7.6 asegura la eficacia del cloro.
Mientras que el clorado básico debe realizarse a diario, el clorado de choque debe aplicarse semanalmente, y tras su uso, el sistema de bombeo debe funcionar al menos 24 horas. Este método es clave para eliminar esporas invisibles presentes en el agua.
Los productos químicos preventivos como los antialgas evitan que las algas aparezcan, mientras que los alguicidas se utilizan para eliminar formaciones existentes. Sin embargo, estos productos no son suficientes por sí solos; deben combinarse con el cloro para obtener un resultado eficaz. Un tratamiento químico integral y planificado ayuda a evitar desequilibrios.
Como alternativa, los sistemas minerales son preferidos en proyectos que requieren altos estándares de higiene, especialmente en el extranjero. Estos sistemas, que contienen cloruro de magnesio, sodio y potasio, ofrecen protección efectiva contra bacterias y algas con un uso reducido de productos químicos. Además, proporcionan una higiene prolongada sin alterar el equilibrio natural del agua. En proyectos de lujo, los sistemas minerales se destacan como soluciones complementarias que aumentan el confort del usuario.
Uso de Materiales: Los Detalles Clave para Mantener el Equilibrio
Cada producto químico debe utilizarse con la dosis y frecuencia adecuadas. De lo contrario, pueden producirse efectos no deseados. Un exceso de antialgas puede provocar espuma y turbidez; un pH mal controlado afecta al equilibrio del cloro; un cloro excesivo puede causar irritaciones en la piel, ojos y vías respiratorias. Por ello, un programa de mantenimiento basado en mediciones es imprescindible para garantizar la salud de la piscina a largo plazo.